Ingredientes

  • 200 g de spaghetti
  • 100 g de guanciale (o panceta curada si no encuentras guanciale)
  • 2 yemas de huevo
  • Queso Pecorino Romano rallado al gusto
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal

Preparación

  • Corta el guanciale en tiras o cubitos pequeños.
  • Dora el guanciale a fuego medio en una sartén sin aceite hasta que esté crujiente y haya soltado su grasa. Reserva fuera del fuego y guarda el aceite que ha dejado.
  • Cuece la pasta en agua con sal hasta que esté al dente. Guarda una taza del agua de cocción antes de escurrirla.
  • En un bol, mezcla las yemas con el pecorino rallado y pimienta negra al gusto. Bate hasta que se forme una crema.
  • Añade el aceite que ha dejado el guanciale a la mezcla y el agua de los spaguettis.
  • Añade la pasta recién escurrida a la sartén con el guanciale (fuera del fuego).
  • Añade la mezcla de huevos y queso poco a poco, fuera del fuego, removiendo enérgicamente para que el huevo no cuaje y se forme una salsa cremosa.
  • Sirve caliente con un poco más de pecorino y pimienta por encima.

Consejos

  • No uses nata, ajo ni cebolla. La carbonara auténtica es simple y elegante.
  • Usa guanciale y pecorino romano para el sabor auténtico. Si no los tienes, panceta y parmesano son sustitutos aceptables, pero ya no será «la verdadera».
  • La clave está en emulsionar los huevos con el calor de la pasta, sin que se convierta en tortilla.